Hoy quiero hacerte una pregunta.. ¿Estas Dispuesto a confiar en Dios?..
Hoy por hoy vivimos en un mundo donde la mirada de muchas personas esta en la palabra «CRISIS».
Estemos donde estemos, en una reunión, viendo la televisión, leyendo la prensa, etc. siempre nos encontramos con la palabra «CRISIS», esto ha hecho que mucha gente Cristiana y no Cristiana se paralicen y no avancen por temor a la crisis.
Debemos aprender a Confiar en Dios y en nuestro talento para no permitir que se apodere de nosotros, comienza a ver las oportunidades y de seguro vas a triunfar.
Que tipo de persona eres tu?..
¿Aquellas que se han detenido ante la crisis o eres de las que avanzan en busqueda de lo extraordinario?
La vida es un asunto de actitud y la actitud es un asunto de decisión, y yo elijo que actitud voy a tomar ante las crisis, los problemas o situaciones que se me puedan presentar, podemos optar por una actitud positiva o una actitud negativa. La actitud positiva hace la diferencia porque busca solucionar problemas, no es que deja los problemas así y no le importa, una persona con actitud positiva busca siempre resolver, disfruta las circunstancias, ve mas oportunidades y vive la vida con entusiasmo.
Una persona con actitud positiva tiene presente lo siguiente:
1. No eligió las circunstancias que le tocó vivir, pero si eligió cual actitud manifestar.
2. Se esfuerza por desarrollar una actitud positiva y no soltarla.
3. Sus acciones están determinadas por su actitud.
4. La actitud de su gente o entorno es un reflejo de la suya.
Ten presente esta refran en tu vida..
“Dios decide por lo que vamos a pasar. Nosotros decidimos como lo vamos a pasar”.
Tu decides como vas a enfrentar este día, tu decides si confiar en Dios todos los asuntos de tu vida. Si crees que los problemas de tu vida tienen o no tienen solución es tu decisión.
Es tu decisión como decidas pasar el día de hoy, es tu decisión si decides confiar en Dios para todos los asuntos de la vida. Si crees que tu matrimonio tiene solución o no tiene solución es tu decisión. Si crees que puedes salir de esa deuda financiera o no puedas salir es tu decisión, todo está en tus creencias y donde pones la confianza. Los límites los tenemos nosotros en nuestras mentes.
La Biblia nos relata una gran historia de fe y confianza en Jesus, Mateo 8:5-10,13 donde un centurion romano se acerca a Jesus y le pide sanidad para su sirviente que en ese momento se encontraba enfermo y no podia moverse, en lo que Jesus dijo que el iria a sanarle, pero el centurion le dice a Jesus que no es digno que el entre en su casa, que solmante ordene la palabra y su siervo se sanara.
Jesus asombrado por la fe de este hombre que confio en el mas que cualquier hombre de Israel, Jesus le dice asi como creiste asi sucedera… ¿Te imaginas lo increible que es Dios?…
Aquí podemos ver la actitud del centurión, el pudo haber hecho varias cosas: pedir que Jesús fuera a su casa, mandar a un soldado con el mensaje, buscar otro sirviente sin que le importara los dolores del otro, sin embargo el busco soluciones y siendo extranjero se acercó a Jesús, se esforzó en acercarse al maestro y eligió poner toda su confianza en Dios al pedirle que ordenara, que dijera la palabra de sanidad y el enfermo sanaría. Jesús puede elogiar esta actitud con asombro, se maravilla de la fe del extranjero y le afirma que como creíste así va a suceder.
Algunas preguntas que me gustaría hacerte:
¿Qué es lo que estás creyendo para tu vida?
¿Qué es lo que esperas que suceda en tu matrimonio, en tus relaciones, tus negocios, tus finanzas?
Mi actitud determinará mis acciones. Puedo ser víctima o protagonista, puedo ser bendición o maldición, puedo ser esclavo o libre, puedo confiar en Dios o no confiar es mi decisión. Hay una anécdota que lo ilustra muy bien.
Cuentan que un alpinista, con el afán por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria solo para él, por lo que subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, y oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el aire, cayendo a velocidad vertiginosa. El alpinista solo podía ver veloces manchas oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo… y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida. Pensaba en la cercanía de la muerte, sin embargo, de repente, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas en la roca de la montaña.
En ese momento, suspendido en el aire, gritó: ¡¡¡ayúdame Dios mío!!! De repente, una voz grave y profunda de los cielos le contestó: -¿Que quieres que haga? – Sálvame Dios mío -¿Realmente crees que yo te pueda salvar? –Por supuesto Señor -Entonces corta la cuerda que te sostiene… Hubo un momento de silencio; el hombre se aferró más aún a la cuerda…. Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda… A tan solo un metro del suelo…
¿Cuál es la cuerda a la cual nos aferramos para no recibir las bendiciones que Dios tiene preparado para nosotros en el día de hoy?
Hoy es el mejor día para confiar en Dios y disfrutar de todo lo que nos da, busca tu resultado extraordinario. Yo elegí confiar en Dios¿y tu?
Saludos y Muchas Bendiciones para Ti…
Carlos Cadena.